Con la música a todas partes
Natasha tiene 14 años de edad y muchos más de 100 de historia musical. Su talento queda en evidencia cuando deja salir los acordes del piano y se termina de confirmar cuando la genealogía de su apellido aparece en primera plana.
Tuvo una de sus primeras apariciones en los medios masivos hace 4 años cuando participó en el programa de Susana Gimenez días antes de actuar en el Teatro Colón junto a la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires en junio de 2010. Allí simplemente estaba ella, una pequeña niña frente a un gran piano de cola.
Escuchando a la jovencita, su corta historia termina haciéndose gigante. Natasha Binder integra quizá la familia argentina de origen judío con más eslabones en la cadena del arte y la música.
El primer se remonta a sus bisabuelos, Antonio De Raco y Elizabeth Westerkamp ambos grandes músicos concertistas que supieron triunfar tanto en Europa como en América. Producto de este matrimonio nació Lyl De Raco quien a los 21 años se casó con el pianista y maestro del Colón Jorge Lechner para luego dar a luz a Karin.
Pocos años después, Lyl se separó y contrajo matrimonio con el diplomático y aficionado pianista de Jazz Martín Tiempo, hijo del recordado poeta César Tiempo. De este segundo matrimonio nació Sergio, sobresaliente concertista al igual que su hermana Karin, justamente madre de Natasha.
Si algún condimento le faltaba a la familia Tiempo-Lechner-Binder, y en especial a la vida de Natasha es que, si bien domina a la perfección el español, creció escuchando las canciones de Maria Elena Walsh y se declara amante del dulce de leche, la joven pianista vive en Bruselas (Bélgica) en la Rue Bosquet, actualmente conocida según el film homónimo como La calle de los pianistas
Calle que desde hace décadas tiene la particularidad de separar – medianera mediante – a los Tiempo-Lechner-Binder de quizá una de las mejores pianistas de las historia, Martha Argerich.
Son Natasha Binder, Karin Lechner, Martha Argerich, Sergio Tiempo, Lyl Tiempo y el joven pianista formado por Elizabeth Westerkamp, Alan Kwiek quienes en primera persona cuentan su vida y cómo los condicionó nacer y crecer en casas llenas de pianos y músicos consagrados. en el film La calle de los pianistas, del director Mariano Nante; así como también en Concierto para cuatro pianos del director Marcelo Lezama quien documenta la historia familiar al mismo tiempo que muestra los preparativos para concierto que realizaron en conjunto en el Teatro Colón Lyl, Karin, Natasha y Sergio en 2011.
Crédito: Centro de Documentación y archivo histórico sobre Judaísmo Argentino “Marc Turkow” de AMIA. centro@amia.org.ar