1 millón de abrazos como Isidoro
Isidoro tiene 86 años, practica atletismo y ni se imagina dejar. Como todo buen deportista, se cuida y prepara para cada competencia. Con esa tenacidad, ganas y amor que pone en cada desafío, logró ganar todas las carreras en las que participó, e incluso consiguió nuevos récords nacionales en su categoría.
Fue por su pasión por el atletismo que llegó a AMIA, pidiendo colaboración para participar en las competencias. Encontró también en el Centro Integral para Adultos Mayores, del Departamento de Programas Sociales, un espacio donde conocer gente y hacer diferentes talleres.
De lunes a viernes Isidoro ya tiene su rutina: camina desde el hotel en el que vive hasta la sede de Uiriburu, para hacer actividades, charlar con amigos y almorzar acompañado. Al haber quedado viudo y sin hijos, encuentra allí su compañía y contención, así como un lugar donde distenderse.
Lugo, por las tardes, arma un bolso y sale a entrenar. No tiene pensado abandonar lo que ama hacer, lo que lo motiva a seguir, de lo que puede hablar horas sin cansarse. Cualquier parque o plaza es bueno para hacer unos piques. Sabiéndose campeón, muestra con orgullo sus medallas y cuenta el próximo sueño: viajar a competir a Francia. Un deseo que ojalá concrete. Talento y práctica no le faltan.
Conocé más de la historia de Isidoro en este video:
Mazel tov Isidoro Suler!!! un claro ejemplo para todos los adultos mayores del siglo XXI!! no darse por vencido por nada ni nadie que empañe llegar a su meta anhelada. D-s lo protege. Shalom.