El orgullo de ser mujer

Con el paso del tiempo, el sexo femenino fue acaparando nuevas áreas de acción, desarrollando su talento, multiplicando e intensificando su rol. Con motivo del Día Internacional de la Mujer, hemos decidido homenajear a tres mujeres que se destacaron en el campo de la música, el arte y la educación, en representación de todas las que cada día dan lo mejor de sí para ser mejores.

¡Feliz día para todas!

Martha Argerich

Martha Argerich


Martha Argerich

La orfandad de la solista en el escenario

Una de las más grandes pianistas de la historia

Pianista de música clásica, considerada una de las mayores exponentes de su generación, especialmente celebrada por sus interpretaciones de Chopin, Liszt, Bach, Schumann, Ravel y Prokofiev.

Comenzó a estudiar piano desde muy pequeña, y en 1945, con sólo cuatro años de edad, dio su primer recital público. En el año 1955 el presidente argentino Juan Domingo Perón envió a su padre como agregado económico de la embajada en Viena para que Martha pudiese concretar su sueño de estudiar con Friedrich Gulda.

Su relativa aversión a la prensa y a la publicidad la ha mantenido fuera del primer plano mediático durante la mayor parte de su carrera profesional. A pesar de eso es reconocida como una de las más grandes pianistas de la historia y, según la revista francesa especializada Diapasón, «es la única figura de la actualidad equivalente a la de Clara Schumann».

En 1957 ganó dos prestigiosos concursos de piano con tres semanas de diferencia. Más tarde, en 1965 obtuvo el primer premio en el Concurso Internacional de Piano Frédéric Chopin. Una de sus grabaciones más notables reúne al Concierto para piano n.º 3 de Rachmaninov con el Concierto para piano n.º 1 de Tchaikovsky.

En varios reportajes Argerich remarcó su sentimiento de soledad en el escenario durante la interpretación, y quizá por eso realizó muy pocos recitales de piano solista desde 1980, enfocándose en conciertos para piano y orquesta, música de cámara y acompañamiento instrumental en sonatas.

Nacida en Buenos Aires en junio de 1941, Argerich reside habitualmente en Bruselas.

Obra de Esther Barugel

Obra de Esther Barugel

Esther Barugel

Cada material expresa su propia esencia

Sutil escultora de obras de singular espiritualidad y belleza

Trabajaba la madera, el mármol y la piedra, pero el material con el que mejor expresaba su poético virtuosismo fue el bronce.

La temática de su escultura está basada en dos variables que se combinan. Su vida y la sociedad. Es posible descubrir en muchas de sus obras sus amores, sus odios, sus admiraciones y repugnancias. Muchas veces se trata de hechos concretos que no revela. Y así mismo podemos encontrar en estas obras ecos del mundo, el poder que destruye, las actitudes delirantes que llevan a fracasos, las graves enfermedades del alma, el ego, la vanidad, la obsesión por acumular bienes.

En sus últimas obras, casi todas de gran tamaño, oscilan sus temáticas entre lo moral y la tolerancia pero aparece con más insistencia el asombro del hombre ante el universo, como esperanza de un mundo regulado armónicamente, un mundo donde todos cabrían, cada uno cumpliendo su rol y su misión.

Muchas de sus obras son homenajes, como esa imponente «Gloria a las víctimas del viento y del fuego» que recuerda a un grupo de jóvenes bomberos muertos durante un incendio en Puerto Madryn. Para la realización de esta obra en hierro forjado abandonó su técnica habitual de modelado en cera directa previo a la fundición en bronce. Casi todas sus obras tienen un profundo sentido humanista y promueven el diálogo a partir de las diferencias.

Nacida en Buenos Aires durante la segunda década del siglo XX, Esther Barugel falleció en el 2007 a los 90 años.

Berta Braslavsky

Berta Braslavsky

Berta Braslavsky

La maestra de los maestros

Pionera de la educación especial en la Argentina

Pedagoga y consultora internacional en enseñanza, considerada «la maestra de los maestros». Ella sostenía que «el rol del maestro es esencial, muy complejo y muy gratificante. Él mismo debe ser un lector apasionado para transmitirle al alumno el entusiasmo por la lectura y estar interesado en todos los géneros literarios. También debe tener una excelente formación para conocer a los alumnos en su nivel evolutivo y las experiencias culturales en el medio social y cultural de cada uno según cual fuere la lengua o el nivel educacional de la familia en que se desarrolló. Debe tener conocimientos sobre la lengua escrita y saber enseñarla, aplicando estrategias grupales, individuales y contextuales, y estableciendo relaciones fluidas con la familia y la comunidad. Y debe confiar en la aptitud de sus alumnos y en sí mismo para influir en su desarrollo. «

En la década de 1970 sostuvo una histórica polémica por carta con el educador brasileño Paulo Freire, autor de «Pedagogía del oprimido», quien sostenía que el proceso de alfabetización de los marginados debía realizarse en sus propias comunidades, mientras Berta insistía en la importancia del aula escolar y la interacción del maestro con sus alumnos.

Fue la madre de Cecilia Braslavsky (1952-2005) – otra destacada educadora argentina- y dejó como legado haber sido la pionera en introducir la educación especial en Argentina.

Berta Perelstein de Braslavsky había nacido en Gobernador Solá, Entre Ríos, en junio de 1913 y falleció en septiembre de 2008,  a los 95 años.

Fuente: “Vida judía en Argentina: aportes para el Bicentenario” coordinado por Magdalena Faillence. Proyecto Curatorial, contenidos y producción: Elio Kapszuk – Ana E. Wainstein