El judaísmo en Sudáfrica y su importancia durante el régimen del Apartheid

Los primeros judíos que estuvieron en aguas de Sudáfrica eran cartógrafos y astrónomos en los navíos portugueses a finales del XVI. A pesar de las restricciones a la inmigración sobre no cristianos, unos pocos de los primeros colonos de Ciudad del Cabo ya en 1669 eran judíos, hasta el 1800 algunos judíos llegaron como parte de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.

La libertad religiosa fue concedida por la colonia holandesa en 1803 y garantizada por los británicos en 1806. La primera congregación judía de Sudáfrica fue fundada en 1841, cuando 17 hombres se reunieron para formar un minian. Ocho años más tarde, la primera sinagoga, Tikvat Israel, fue establecida en Ciudad del Cabo, la cual hoy continúa en funcionamiento. Durante las siguientes tres décadas, los inmigrantes judíos británicos establecieron sinagogas, así como cementerios y otras instituciones filantrópicas.

Madera y pisos de mosaico originales de la primera sinagoga en Sudáfrica

Como consecuencia del negocio de diamantes, gran cantidad de familias provenientes de Europa se mudaron a Johannesburgo, reduciendo en gran medida a la comunidad de Ciudad del Cabo. Sin embargo, entre 1880 y 1910, una gran ola migratoria se registró desde Lituania, aumentando la cantidad de personas judías de 4.000 a 40.000.

Durante la primera mitad del siglo XX se produjo la Guerra de los Bóeres, donde el Reino Unido se enfrentaba a los colonos llamados Bóer. Cuando en 1902 triunfaron los británicos, los judíos obtuvieron los mismos derechos que los demás ciudadanos blancos.

Pese a que en 1903 se intentó restringir la inmigración, un fuerte grupo de presión de la comunidad pudo influir en la legislación para permitir que entraran judíos de Europa oriental al país. Pese a que entre 1920 y 1930, llegaron 20.000 inmigrantes judíos, la popularidad del antisemitismo y el surgimiento del Nazismo causó que en Sudáfrica se apruebe la Ley de Cuotas, la cual restringía la inmigración procedente de Grecia, Letonia, Lituania, Polonia, Rusia y Palestina. Aunque nunca fue aclarado exclusivamente, el objetivo principal era restringir la inmigración judía.

Interior de la primera sinagoga en Sudáfrica en 1863

Sin embargo, dado que la procedencia de Alemania no estaba excluida, 6.000 judíos ingresaron al país para huir del régimen Nazi. El nazismo influenció más a algunos afrikaners militantes (descendientes de los Bóer), nacionalistas y antisemitas, comenzando a formar organizaciones simpatizantes nazis como el Ossewabrandwag y el Louis Weichardt’s «Grayshirts». Como consecuencia, en 1937 se aprobó la Ley de extranjería que cerraba las puertas a los inmigrantes judíos que escapaban de la Alemania nazi. En 1948 el anti-judío y racista Partido Nacional llegó al poder.

Con la institucionalización del programa de apartheid, el antisemitismo ya no era una cuestión importante, a pesar de las posiciones anteriores y en 1953 el primer ministro de Sudáfrica, DF Malan, se convirtió en el primer jefe de gobierno extranjero en visitar el nuevo estado de Israel, comenzando la que sería una larga historia de cooperación entre Israel y Sudáfrica en muchos niveles.

Negocio judío en Sudáfrica

Muchos judíos sudafricanos, tanto particulares como de organizaciones, ayudaron a apoyar el movimiento anti-apartheid. La mayoría de judíos, de hecho, votó en contra del apartheid del Partido Nacional, emitiendo sus votos para el Partido Progresista o el Partido Unido. La Unión de Mujeres Judías trató de aliviar el sufrimiento de los negros a través de proyectos de caridad y sistemas de auto-ayuda. 14 de los 23 blancos que participaron en el juicio por traición de 1956 fueron judíos blancos y los 5 de los 17 miembros del Congreso Nacional Africano que estaban detenidos por actividades contra el apartheid en 1963 fueron judíos.

Uno de los grandes líderes del movimiento anti-apartheid, Nelson Mandela, escribió acerca de los judíos en Sudáfrica: «He encontrado a los judíos más abiertos que la mayoría de los blancos sobre las cuestiones de raza y la política, tal vez porque ellos mismos han sido históricamente las víctimas de prejuicios». El abogado defensor de Mandela, Isie Maisel, era judío.

Estudiantes universitarios judíos se opusieron con vehemencia al apartheid, representando gran parte de los blancos que fueron detenidos por las protestas. Una gran proporción de judíos participaron también en las organizaciones tales como La Legión Springbrook, La Tourch Command, y el Negro sash. Estas organizaciones anti-apartheid llevaban a cabo protestas, tanto activa como pasiva.

Arresto a Albie Sachs por oponerse al régimen racista. Fue exiliado.

Gran cantidad de profesionales judíos colaboraron con la situación de aquellos que eran discriminados por el solo hecho de contar con un color de piel diferente. Desde artistas hasta políticos, todos lucharon por sus derechos, siendo ellos mismos objeto de violencia de las fuerzas de seguridad del Estado.

La violencia en Sudáfrica durante la década de 1970 condujo a un éxodo de muchos ciudadanos blancos, incluyendo judíos, que estaban temerosos de su futuro en el país. Muchos niños fueron enviados a vivir y estudiar en el extranjero y permanecieron en sus países de acogida.

 

Fuente: http://sawubona-sudafrica.blogspot.com.ar/2009/02/los-judios-en-sudafrica-judios-negros.html