El desafío de mantener viva la memoria


El desafío de mantener viva la memoria

Con motivo al reciente Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto, el pasado 27 de enero, nos hemos puesto en contacto con Matías Delfino, el diseñador argentino que creó la imagen representativa de la recordación del genocidio.

Nacido en 1974 en el barrio de Caballito, se desempeña desde el año 2000
en el Departamento de Diseño Gráfico de las Naciones Unidas en Nueva York. Apuntando a una mejora social continua

Matías Delfino en la ONU en Nueva York

por medio de la transformación, ha conseguido realizar aportes realmente valiosos en diversas áreas. En lo que al Holocausto refiere, Delfino realizó gran cantidad de trabajos que transmiten la historia, el respeto y la memoria a nivel mundial.

Para nosotros es un verdadero privilegio poder acceder a su historia, sus motivaciones, aspiraciones y sentimientos. Y queremos compartirlo con ustedes, porque creemos firmemente que Matías Delfino representa con su trabajo “el orgullo de ser parte”.

¿Cómo fue que empezaste a trabajar en las Naciones Unidas?

Mi interés por trabajar en la Naciones Unidas nació a raíz de una campaña que tuve que crear para UNICEF sobre el abandono de bebés, un proyecto que realicé para la facultad mientras estudiaba Diseño Gráfico en la Universidad de Buenos Aires (UBA). Como parte de ese proyecto – durante mi segundo año de carrera – visité el Centro de Información de las Naciones Unidas en Recoleta, y fue a partir de esta experiencia que descubrí mi pasión por aplicar el diseño gráfico como herramienta para el cambio social. Cuatro años más tarde, en el 2000, siguiendo ese sueño conseguí una pasantía no remunerada de dos meses en la sede de la ONU en Nueva York. Al mes de empezar, para mi sorpresa y satisfacción, me ofrecieron un contrato de trabajo.

Delfino en el Lobby de la ONU

¿Cuáles son los temas que te tocan trabajar cotidianamente en la ONU que te generan mayor interés profesional y/o personal?

Las temáticas van variando constantemente, y responden por lo general a las distintas campañas o conferencias organizadas por la ONU. Asimismo diseñamos las gráficas alusivas a los diferentes días internacionales que se celebran cada año, como por ejemplo el Día Internacional de Conmemoración anual en memoria de las víctimas del Holocausto, recordación que se lleva a cabo cada 27 de enero. Entre los temas para los que he tenido que diseñar, se encuentran: la paz, la democracia, el desarrollo sostenible, el desarrollo económico y social, la temática del agua, la igualdad de género, la preservación de los bosques, la juventud, el trabajo, HIV/SIDA, la salud, la tecnología, el desarme, la discriminación, las cuestiones sobre pueblos nativos/indígenas y la solidaridad.

¿Cómo comenzó tu interés por el Holocausto?

Mi primer contacto con el tema del Holocausto fue a raíz de un trabajo práctico sobre Anna Frank que me encargaron en el colegio secundario. En esa época no había Internet, por lo cual visité distintas bibliotecas para investigar sobre el tema. Fue así como llegué a la AMIA. Me llamó tanto la atención la historia de Anna, que comencé a consultar más información sobre el Holocausto.

Estampas postales en recordación del Holocausto

¿Qué sabías del Holocausto cuando diseñaste la imagen que acompañaría al Día Internacional de Conmemoración de sus Víctimas? ¿Qué medios habías utilizado para informarte?

La mejor manera de generar un mensaje que logre un impacto en la gente es comprometiéndose con el tema, luego de haber explorado la cuestión, de haberse informado, para así lograr sentirlo como propio. En mi caso, si bien ya estaba algo informado desde esa experiencia difícil de olvidar allá por 1992, decidí ahondar más sobre el tema. Antes de empezar a diseñar el póster del Holocausto, leí libros, consulté documentos, vi películas y documentales, y hasta conversé con amigos y familiares de la comunidad. Todo eso me sirvió como fuente de inspiración.

¿Cómo fue que tu diseño fue seleccionado?

En el 2006 se nos encomendó a todos los diseñadores del Departamento presentar ideas para la primera conmemoración de las víctimas del Holocausto, teniendo el honor de que mi creación fuera elegida por unanimidad.

Conferencia de prensa

De forma meramente visual, y a través de un gran poder de síntesis, has logrado combinar el horror con la esperanza ¿Qué se siente ser el autor de este gran mensaje?

Lo primero que sentí al empezar a trabajar en este proyecto fue una gran responsabilidad. Diseñar un póster que lograra homenajear de una forma respetuosa a las millones de víctimas del Holocausto, generaba mucha expectativa tanto en las Naciones Unidas como en la comunidad judía internacional. Todos los ojos estaban puestos en nosotros. Pero a veces cuando el desafío es grande, la motivación es mayor. Y sin duda la satisfacción más grande, más allá de que hayan elegido mi propuesta, fue ver que el mensaje que creé logró conmover y generó reflexión en la gente.

¿Podés contarnos qué significa para vos el Holocausto?

Cuando pienso en el Holocausto, se me vienen las imágenes y las sensaciones que sentí al exponerme por primera vez al tema mientras revolvía los archivos fotográficos en mi visita a la biblioteca de la AMIA, cuando todavía era un estudiante secundario. Una mezcla de espanto, de incomprensión, de impotencia y de profunda pena. Me costaba – y aún debo reconocer que me cuesta- entender cómo podía haber tanta maldad en el ser humano, pero también me preguntaba ¿cómo tardó tanto en reaccionar la comunidad internacional? De hecho, cuando investigué sobre el Holocausto aprendí que justamente fue un judío polaco, Raphael Lemkin, quien en 1944 acuñó el término genocidio, tratando así de poner en un sólo vocablo la magnitud de este terrible crimen que significó el grado más excesivo de violencia y el más extremo de todos los actos de limpieza étnica.

Reconocimiento en el Museo del Patrimonio Judío en Nueva York

¿Cuáles dirías que son las lecciones más importantes que nos ha dejado el Holocausto?

El Holocausto nos deja un dolor irreparable a toda la humanidad, y especialmente al pueblo judío. Es fundamental dar a conocer la historia a las nuevas generaciones, educarnos a nosotros mismos, mantener viva la memoria y abogar por la no repetición, más aún cuando exista gente en el mundo que niegue o minimice el Holocausto.

¿Cómo conociste la historia de Petr Ginz?

Cuando Kimberly Mann, encargada de “El Holocausto y el programa de divulgación de las Naciones Unidas” me propuso trabajar en este proyecto de Guía de estudio para jóvenes en edad escolar, tenía un entusiasmo tal que me contagió. Recuerdo que ni bien llegué a casa me puse a ver la película “El último vuelo de Petr Ginz” sobre la cual está basada la guía de estudio. Imposible no sensibilizarse con la historia real de este niño judío de 14 años, oriundo de Praga, que estando prisionero en un campo de concentración no bajó los brazos y siguió escribiendo en su diario, creando poesía y dibujando con un talento excepcional, hasta que dos años después fuera enviado a la muerte en Auschwitz.

¿Qué te generó?

Me pareció una historia fascinante, dura pero aleccionadora a la vez. Un relato a través del cual la juventud en las escuelas podría sin duda identificarse y comprender un poco más la historia del Holocausto.
En lo personal creo que la historia me conmovió de una manera especial, ya que cuando empecé a trabajar en el diseño de esta guía a mediados del 2011 justo volvía de visitar Praga y de participar en un Festival por la Paz y la Cultura en Berlín, Alemania, donde también visité el campo de concentración de Sachsenhausen – que hoy permanece abierto al público como museo. Resultó ser una experiencia movilizadora que me ayudó a conectarme más, entre otras cosas, con el proyecto.

Como argentino, ¿qué se siente ser parte de un proyecto tan importante?

Es un privilegio haber tenido la oportunidad de ser el diseñador de la imagen que acompaña cada año a la conmemoración por las víctimas del Holocausto. Y como argentino es una satisfacción adicional, ya que siento que el tema del Holocausto genera una sensibilidad especial en nuestro país al tener una comunidad judía tan grande, pujante, trabajadora e integrada; una comunidad que ayudo a establecer los cimientos de nuestro país.

¿Cuál es/fue tu vínculo con las instituciones de la Comunidad Judía en Argentina?

Las instituciones de la comunidad judía en Argentina siempre se han mostrado muy interesadas y agradecidas por mi trabajo. De hecho tuve la oportunidad de ser invitado a la AMIA en dos ocasiones. Una fue en el 2006 cuando diseñé el póster conmemorativo y la última fue en el 2008 cuando aproveché para obsequiarles ejemplares de los sellos postales, emitidos para la ocasión conjuntamente entre las Naciones Unidas y el Servicio Postal de Israel. También me invitaron a visitar el Museo del Holocausto en Buenos Aires e incluso acá en Nueva York tuve el honor de recibir un reconocimiento por el diseño de las estampillas en el Museum of Jewish Heritage, durante una ceremonia muy emotiva en la que participaron entre otros, varios sobrevivientes del Holocausto y el Ministro de Comunicación de Israel. A su vez, a partir de estos proyectos, tuve la suerte de conocer personas como Jacobo Kovadloff, quien fuera Director del American Jewish Committee en Nueva York, un personaje admirable y querible que si bien ya no se encuentra entre nosotros permanecerá siempre en mi memoria.

¿Cuál es la repercusión que recibís por parte de la comunidad sobre tu trabajo?

Siempre muy positiva.

¿Cuáles son tus planes para el futuro?

Más allá de sentirme afortunado de comunicar campañas de bien público desde las Naciones Unidas al mundo, aún conservo el anhelo de poder aplicar mi experiencia internacional de tantos años en mi propio país.

 

 

Gracias Matías por tu colaboración y por el inmenso aporte a la memoria del Holocausto.
Esperamos que puedas cumplir con todo lo que te propongas.

Para conocer más campañas y proyectos de Matías Delfino en la ONU: www.matiasdelfino.com