Historia de los judíos marroquíes

Sinagoga Nahón: hace más de 100 años fue la mejor de Marruecos

La historia del judaísmo en Marruecos se remonta a la época de los romanos. Conservando las costumbres, la vida judía se desarrolló en el mundo dela Torá y sus preceptos.

Los judíos marroquíes escribieron libros sobre liturgia y Halajá, de lo oculto yla Cábala, interpretaciones bíblicas y talmúdicas. Allí, los rabinos tenían un lugar central. Sus voces eran oídas y su influencia grande. Pocos vivían en aldeas, cuidando sus buenos vínculos con los árabes. Si bien se adaptaron al mundo del trabajo y el comercio, siempre se sintieron en la diáspora, aspirando llegar a Israel.

En el mundo musulmán, las comunidades judías vivieron en guetos, conocidos como mellah, siendo presos de intermitentes masacres en gran escala (como, en Fez, 6.000 judíos) en 1033, más de 100.000 (Fez y Marrakech, 1146) y en Marrakech (1232) acompañados por sistemática discriminación.

Sin embargo, entre los siglos XIII y XV se los nombró en puestos importantes de gobierno. Algunos huyeron porla Expulsiónde España y Portugal, estableciéndose en Marruecos en el siglo XV y, luego, muchos pasaron al Imperio Otomano. La imposición de un Protectorado francés (1912) alivió la discriminación.

En 1956, Marruecos obtuvo su independencia. Las relaciones con la comunidad eran cordiales, aunque no faltaron los que exhibieron actitudes que iban desde el desprecio a la hostilidad.

Dos judíos del sur de Marruecos

En 1948, recerca de 250.000 judíos vivían en Marruecos. En 2001 se estimaba que no llegaban a 5.300.

Educación

Desde los cuatro años los judíos marroquíes asistían al “Jeder” (aula) llamada “sela”, donde continuaban hasta los 14. Primero aprendían el abecedario, luego la puntuación y comenzaba con la lectura a los 5.

El paso siguiente erala Ieshiva. Amediados del siglo XIX, la organización “Kol Israel Javerim” (Todo Israel unido entre sí), levantó modernos establecimientos donde estudiaban francés, ciencia y tecnología.

Muchos continuaban sus estudios en universidades de Rabat y Francia.

Orfebre

Ocupaciones

Los orfebres eran numerosos, creaban joyas y ornamentos litúrgicos. En las pequeñas ciudades y aldeas se ocupaban del tejido de lana, cueros, tallado en madera y trabajo en cobre. En las grandes, eran exportadores, importadores e industriales.

También se dedicaron al comercio, eran comunes los viajantes que recorrían diferentes ciudades llevando sus artesanías y dialecto.

 

CICLO DE VIDA

Nacimiento

Cuando nacía un niño reinaba la alegría familiar. Al conocer la noticia, un instructor traía cinco alumnos y, en sus manos, talismanes contra el mal de ojo y expulsión de las malas noches. Los pupilos los colgaban en sitios destacados de la casa, comían dulces y retornaban a sus hogares. Cada noche, hasta el Brit Milá, vecinos y familiares se concentraban en la vivienda de la mamá y leían oraciones contra el mal de ojo, cantando consignas.

La noche anterior al Brit Mila traían la silla de Eliahu Hanabi desde la sinagoga y decoraban la casa con telas y tejidos en su honor. El octavo día, por la mañana, llegaban el padre y el mohel al lugar donde se celebraría el Brit, acompañados por los fieles. Luego se comía.

En la elección del nombre se privilegiaba el de los abuelos (paternos o maternos vivos) y de familiares fallecidos. Si nacía en Januca se llamaría “Nisim” (Milagro). En Purim “Mordechai”.

Si nacía una niña, su padre le llamaba al subir a la lectura dela Tora, frente a su comunidad. Al finalizar, se comía. A veces se hacían invitaciones para esta ceremonia.

 

Sinagoga "Bet El" en Casablanca

Bar Mitzvá

Al cumplir los 13 años se realiza el Bar Mitzvá, el segundo o quinto día de la semana. El joven se envolvía en los tzitzit portando, por primera vez, los tefilim y se disponía a la lectura dela Torá. Eljoven se dirigía a la sinagoga en compañía de su padre, su hermano y familiares, mientras llevaban velas encendidas y, del mismo modo, se retornaba al hogar.

No hay costumbre de Bat Mitzvá (ceremonia para las mujeres).

 

Casamiento

En el compromiso no hay condiciones. El segundo día antes dela Jupá, celebrado el cuarto día de la semana, el novio se comprometía a la suma que aparecía en la ketuba ante el Tribunal de Justicia y, el padre de la novia, aportaba la dote. La prometida exhibía bienes que llevaría a la casa del novio: ropa y alhajas. Los vecinos y allegados observaban la exposición. El tercer día se reunían en casa de los padres de la novia. Era festivo. El sábado anterior a la boda, los novios asistían a casa de los padres de la novia y, el posterior al casamiento, al de los padres del novio.

La boda se festejaba en presencia de ambas familias. No se acostumbraba a tenerla Jupáa cielo descubierto. Se decoraba el sitio con una tarima envuelta en tejidos coloridos. Sobre ella una gran corona de colores. Los músicos entonaban melodías. Los invitados entregaban regalos a los novios y sus familias, a través de un hombre especial, que mencionaba cada presente, el remitente y el destinatario.

Los días posteriores se cubrían de nuevos rostros, con los que se expresaban las siete bendiciones. El sábado citaban al novio a la lectura y después de la última oración se leía, ante él, cada capítulo con su traducción al arameo. Al finalizar la semana la pareja invitaba a los familiares a la “comida del pescado”.

Cementerio judío en Fez

Duelo

En la casa en la que yacía el muerto no tomaban el agua servida al momento del deceso. La eliminaban, rellenando las jarras.

En cada comunidad marroquí se creó y organizó una sociedad para los sepelios. Se ocupaban del fallecido otorgándole gran importancia a ese momento. Lo despedían con ruido y las mujeres daban alaridos.

Al cumplirse la semana, el mes y el año, se reunían en la casa para rezar por su eterno descanso. Se servía café negro, pescado y más. Algunos rezaban en ese lugar durante siete días. Otros lo hacían durante treinta y otros por un año, según el honor del extinto.

Los sábados se recitaban Salmos en casa de los deudos. Algunos dejaban una vela encendida en la sinagoga a la que acostumbraba a asistir.

Fuente: “Alfombra mágica. Minorías en Israel”, de Cidipal (Centro de Información y Documentación de Israel para América Latina). Para ver el libro completo, click aquí